Congelar el aceite: ¿cambia la calidad del aceite? 

¿Has descubierto que tu botella de aceite de oliva se ha congelado y te preguntas qué pasa si se congela el aceite? ¡Pues este post te interesa! Te contamos cómo se congela el aceite de oliva y a qué temperatura se congela el aceite de oliva, este oro líquido que tanto nos gusta. 

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Cómo se congela el aceite de oliva 

Como ocurre con la mayoría de productos naturales, el aceite de oliva se congela en invierno cuando las temperaturas bajan. Cuando esto ocurre el aceite se vuelve más espeso y aparecen bolitas grumosas de color claro. Pero, ¿Qué pasa si se congela el aceite? ¿Afecta a su calidad? 

Que el aceite se congele es bastante común. Incluso a veces se puede congelar durante el transporte en invierno, o en los primeros meses de la primavera. Y lo cierto es que se trata de un proceso natural que no cambia la calidad del aceite de oliva ni su sabor.

Para que el aceite de oliva se congele no es necesario que esté en la nevera o en el congelador. El aceite se puede congelar simplemente manteniéndolo en una habitación fría, como un trastero o garaje, para ver cómo al poco tiempo se vuelve espeso e incluso su color cambia. 

Con el aceite pasa algo similar a con la mantequilla, ya que el aceite de oliva es una grasa. Así que cuanto más baja es la temperatura donde se encuentra este producto, más sólido se vuelve. 

Por eso, si se congela el aceite de oliva, lo único que hay que hacer para que vuelva a su forma original es dejar el recipiente con el aceite de oliva a un lugar más cálido, donde haya una temperatura de 20-24ªC . 

A qué temperatura se congela el aceite de oliva

El aceite de oliva se empieza a volver más denso por debajo de los 20º C. Mientras que la congelación parcial en forma de pequeños grumos se vuelve más evidente por debajo de los 10ºC. 

No obstante, a diferencia del agua el aceite de oliva no tiene una temperatura de congelación fija a 

a 0°C. Esto se debe a que el aceite de oliva está compuesto por partículas llamadas triglicéridos, que varían según el peso o porcentaje de los diferentes ácidos grasos en cada cultivo. Principalmente por ácido oléico (75-80%), ácido palmítico (11-12%) y ácido linoleico (7-8%) cada uno de ellos con distintas temperaturas de fusión. 

El primer triglicérido en congelarse es el ácido palmítico, un ácido graso saturado en estado sólido por debajo de los 63ºC. Después tenemos el ácido oleico, un ácido monoinsaturado (omega-9) que se congela a los 13ºC. Dada su alta cantidad en el aceite, cuando este líquido se empieza a congelar aparecen grumos blancos formados por los triglicéridos de ácido oleico solidificados. También tenemos el ácido linoleico, un ácido graso poliinsaturado (omega-6) que se congela a los -5ºC. Este está presente en el aceite de oliva en proporciones muy bajas. 

Todos estos ácidos grasos sí afectan a la calidad del aceite de oliva, por lo que conocer sus proporciones puede ayudarnos a elegir un buen aceite de oliva virgen extra. 

Finalmente, podemos decir que la temperatura de congelación del aceite está entre los 23 y los 0°C. Aunque normalmente se solidifica a una temperatura inferior a los 7 °C, que es una temperatura habitual en nuestra nevera. 

Un aceite de buena calidad, como los que encontrarás en Aceites Florencio Aguilera se suele congelar a los 0ºC. 

Si el aceite se congela, ¿afecta a su calidad?

Como hemos adelantado antes, cuando el aceite de oliva virgen extra se congela no se alteran ni los nutrientes ni el sabor de este aceite tan extraordinario. El aceite de oliva se congela como parte de un proceso totalmente natural. 

Lo que no es recomendable para no interferir en el sabor ni calidad del aceite es no tratar de descongelarlo bruscamente, ni someter el aceite a un golpe de alta temperatura cuando está frío o congelado. Por lo que empezar a cocinar con el aceite de oliva congelado no es la mejor idea. No obstante, no hay ningún problema en usar aceite de oliva congelado para aliñar una ensalada o usarlo en crudo sobre una tostada fría. 

Cuando el aceite está sólido por congelación, es fácil de untar con ayuda de un cuchillo o de una cuchara, como si se tratara de miel o mantequilla. Podrás ver como el aceite se funde poco a poco y su sabor es tan extraordinariamente delicioso como siempre. 

Conclusión 

Ahora ya sabes que si el aceite de oliva se congela no existe ningún problema, pues no es indicador de que se encuentre en mal estado o no se pueda comer. 

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